El Gordo de Navidad: una tradición arraigada
El Gordo de Navidad se vende como una oportunidad de compartir alegría con compañeros de trabajo, familia o amigos, pero la psicología apunta a que compramos lotería para no ser excluídos en caso de que el billete resulte premiado. La promesa de felicidad compartida entre familiares, amigos y colegas se ha arraigado profundamente en la tradición navideña.
Las diversas razones detrás de la compra de lotería
Según el psicólogo Daniel Blasco, existen diversas razones que impulsan a las personas a participar en este acontecimiento anual. Algunos juegan movidos por la ilusión y la esperanza de recibir un regalo especial. Pero más allá de sentimientos altruistas, Blasco señala que algunos participan en el sorteo no solo por el deseo de ganar, sino también por el temor de quedarse fuera si el premio cae en manos de otros.
El lado oscuro de la lotería
La lotería revela nuestro lado más oscuro, añade Blasco. La compra de un billete se convierte en una forma de asegurar que, si la suerte sonríe a otros, también lo hará para el comprador.
La dimensión cultural y el deseo de pertenecer
La dimensión cultural también desempeña un papel significativo. Blasco destaca que jugar a la lotería en Navidad es algo que nos une como sociedad. El deseo de pertenecer al grupo se convierte en un resorte emocional que impulsa a muchos a comprar lotería.
La presión del grupo para participar
Pese a que algunos preferirían ahorrarse el dinero, la presión del grupo para participar termina por inclinar la balanza. La necesidad de pertenencia y evitar ser excluído empuja a las personas a unirse a la compra colectiva de lotería.
La lotería como team building
La analogía con actividades modernas de construcción de equipos resalta la necesidad humana innata de conexión social y pertenencia. Comprar lotería se convierte en una manera de construir algo compartido y formar parte de algo.