El Real Madrid escapa como lider de LaLiga, lo que deja al Girona a merced del Barcelona, que el domingo, ante Granada, puede acercarse a tres puntos.
BARCELONA — El Barcelona recibirá este domingo al Granada contemplando la posibilidad de acercarse a tres puntos de un Girona que hace apenas dos semanas le aventajaba en ocho.
Serán los mismos ocho puntos que, si vence al equipo andaluz, le distanciarán del Real Madrid, disparado y convertido en favorito máximo e indiscutible para conquistar el título… Aunque en Montjuïc se resistan aún a arrojar la toalla. Porque el futbol puede tener mucha lógica y, también, ilógica.
“Lo primero que debemos hacer es ganar nuestro partido al Granada sin pensar en qué ocurra en el Bernabéu. Y después ir partido a partido, sumar y esperar”, insistió Xavi en la sala de prensa, tan consciente de la empresa monumental a la que se enfrenta su equipo como conocedor que sorpresas más inesperadas se han visto en la historia.
Sin ir más lejos, el hoy entrenador azulgrana jugaba a las órdenes de Frank Rijkaard hace veinte años, cuando en febrero de 2004, transcurridas las mismas 24 jornadas del campeonato, el Madrid, líder, aventajaba al Barça, cuarto, en 13 puntos. Su único objetivo en aquel momento era asegurar esa cuarta plaza ante la persecución de Athletic Club, Atlético de Madrid y Villarreal y esperar a que el Real galáctico dirigido por Carlos Queiroz revalidase el título… Nada ocurrió como se esperaba.
El Real Madrid, que en las primeras 24 jornadas había perdido tres partidos y aventajaba en dos puntos al Valencia, se derrumbó como nadie, absolutamente nadie, pudo imaginar. Tanto que perdiendo de forma consecutiva sus cinco últimos partidos, más otros dos anteriormente, se despeñó hasta la cuarta posición final… Mientras el Barça consumó una remontada excepcional y que no fue completa porque en la antepenúltima fecha perdió en Balaídos (1-0) para despedirse de pelearle el título que acabó conquistando el Valencia.